La epicondilitis, también conocida como codo de tenista, es una lesión o inflamación de los tendones epicondilares situados en la parte externa del codo.
Son muchas las afecciones que impiden la práctica de diversos deportes y actividades cotidianas debido al dolor que provocan, pero estas lesiones, como en el caso de la epicondilitis, pueden ser tratadas con fisioterapia y suelen evolucionar de forma muy positiva. Para hablar de la fisioterapia para la epicondilitis, es importante definir qué es esta lesión. Por eso, antes de hablar de los tratamientos para esta dolencia, conviene ver qué es la epicondilitis y qué puede hacer la fisioterapia para ayudarla.
Fisioterapia y epicondilitis, ¿qué es la epicondilitis?
La epicondilitis, también conocida como codo de tenista, es una lesión o inflamación de los tendones epicondilares situados en la parte externa del codo. Uno de los principales síntomas y el principal motivo por el que los pacientes suelen acudir a nosotros es el dolor localizado en esta zona.
Este dolor suele producirse durante los movimientos que implican principalmente a los músculos extensores de la mano. Suele ser provocado por un golpe en la zona o por movimientos repetitivos previos que implican esta zona del brazo, o por la extensión y rotación forzada de la muñeca o cuando el brazo se utiliza repetidamente en supinación o con cargas pesadas, es decir, la supinación es un movimiento de rotación que se realiza con el brazo pegado al codo. Estos movimientos pueden dar lugar a pequeñas microfisuras fibrilares, pero éstas afectan principalmente al tendón.
Síntomas de la epicondilitis
- Dolor en la parte exterior del codo
- Incapacidad para realizar determinados movimientos, como la extensión de la muñeca
- Dolor a la presión en el lugar de la lesión
- Dolor al levantar el brazo o un objeto sencillo, como un vaso o una botella.
Tratamiento de fisioterapia para la epicondilitis
Aunque existen diferentes tipos de tratamiento, como el médico o el farmacéutico, hay otros tipos de tratamiento menos invasivos y que ofrecen una solución a largo plazo, como es el tratamiento de fisioterapia para la epicondilitis.
Es importante recordar que este tipo de lesión debe ser tratada por un especialista, en este caso un fisioterapeuta, que valorará lo que necesita el codo y, en algunos casos, extenderá el tratamiento a toda la zona del brazo y el antebrazo para relajar toda la zona y proporcionar una mejora más rápida y efectiva.
Este tipo de tratamiento consiste en reducir la inflamación y el dolor del codo mediante diversas técnicas de fisioterapia. Cuando el dolor disminuye, se realizan ejercicios de fortalecimiento en esta parte del cuerpo para evitar que la lesión se repita en el futuro.
La fisioterapia para la epicondilitis utiliza diversos medios para mejorar y resolver la inflamación y el dolor. Estos son algunos de los tratamientos:
- Antiinflamatorios: se trata de un tratamiento médico, pero hay que tenerlo en cuenta (por eso los incluimos aquí) porque algunos pacientes dejan su tratamiento médico cuando empiezan la fisioterapia. Hay que tener en cuenta que son tratamientos complementarios y que tienen más efecto juntos que por separado. En algunos casos extremos, el médico puede aplicar también infiltraciones, pero sería mejor agotar primero las posibilidades de la fisioterapia.
- Diatermia capacitiva y resistiva. Esta es la técnica más potente. Aplicando la diatermia capacitiva sobre los músculos que tiran del tendón se consigue un efecto relajante que mejora las perspectivas de una buena evolución, y aplicando la diatermia resistiva directamente sobre el tendón se consigue un potente efecto antiinflamatorio y calmante.
- Crioterapia: Otro tratamiento que consiste en la aplicación de frío en diversas formas: compresas frías, hielo, etc. sobre los músculos y tendones afectados, la terapia de frío tiene siempre como objetivo reducir la inflamación y el dolor. Hay que tener en cuenta que este procedimiento se utiliza principalmente cuando el dolor se agudiza.
- Ultrasonidos: Los ultrasonidos son uno de los tratamientos más eficaces para la epicondilitis, ya que mejoran la movilidad y reducen el dolor.
- TENS: Este dispositivo funciona con electrodos que pueden aliviar el dolor. Utilizando un tipo especial de corriente, puede tener un efecto analgésico muy potente y, a bajas frecuencias, también mejorar la circulación sanguínea local, reduciendo así la inflamación.
- Ejercicios: Una vez que nuestro paciente se ha recuperado, debemos enseñarle ejercicios que aumenten la resistencia y la fuerza de los músculos afectados, sin olvidar los ejercicios de flexibilidad. Todos estos tratamientos de fisioterapia aportarán una mejora gradual y evitarán posibles recaídas.